La dermatitis atópica es una inflamación en la piel, que generalmente tiene una causa alérgica (ácaros del polvo o alimentos, principalmente) que provoca unas ronchas que se les conoce como eccema (piel que llora), enrojecimiento, mucha comezón, y en etapas posteriores engrosamiento de la piel (xerosis).
La dermatitis atópica puede ser una de las manifestaciones de alguna alergia alimentaria (proteínas de la leche de vaca) sobre todo cuando ocurre en niños menores de 1 año.
El diagnóstico se hace en base a la historia de las lesiones, ¿cómo son?, ¿en qué parte del cuerpo salen? ¿con qué aumentan?, ¿con qué disminuyen?
Así como con los antecedentes del paciente, si hay historia previamente de alergia en él o en la familia, si se asocia a alimentos o no etc.
Una vez interrogado y revisadas las lesiones, si se sospecha que puede haber un origen alérgico se procede a realzar pruebas cutáneas.
El procedimiento de las pruebas de alergia es un test sencillo, se realiza en el consultorio y aproximadamente en unos 20 minutos tenemos los resultados.
El tratamiento con vacuna para alergia es a mediano-largo plazo aproximadamente dura 5 años.
Después del procedimiento el paciente puede hacer su vida normal, ya que las “ronchas” que salen a consecuencia de las pruebas duran unos cuántos minutos y posteriormente el paciente puede hacer su vida normal.
Durante el tratamiento de la vacuna de alergia, es necesario que el paciente sea constante con sus aplicaciones, ya que entre más constante sea, más rápida va a ser la mejoría.