Es “regular” el sistema inmunológico.
Si actúa de más se pueden producir enfermedades como alergias o enfermedades autoinmunes; si actúa de menos se pueden presentar inmunodeficiencias o infecciones de repetición.
Administrar ciertos fármacos bajo vigilancia médica para reforzar o modular el sistema inmunológico.
Dependiendo del caso, enfermedad y respuesta al tratamiento.
Vigilancia periódica y seguimiento.